Escrito por Michael Thervil
Foto de archivo Fotógrafo desconocido
El condado de Hidalgo, Texas, ha ampliado recientemente su ley de abuso doméstico para incluir el "abuso emocional". Para muchas personas en el condado de Hidalgo, esta expansión de la ley actual de abuso doméstico que convierte el abuso doméstico en un delito grave, prohibiendo así que cualquier persona condenada por violencia doméstica posea legalmente un arma de fuego es un gran triunfo. Sin embargo, hay un número significativo de personas dentro de este condado que no apoyan esta legislación expansiva porque la perciben como una "extralimitación proteccionista". Lo que queremos decir con esto es que la expansión de las leyes actuales de abuso doméstico en los libros para incluir el "abuso emocional" es tan subjetiva que cualquier persona que esté en una "pareja doméstica", simplemente viviendo juntos, saliendo con parejas o casados puede reclamar fácilmente abuso emocional sin ninguna prueba significativa real de reclamo.
Entre nuestros pares, se hizo la pregunta: "¿Quién puede legislar los sentimientos?". Podamos o no, se llegó a la conclusión de que, independientemente de lo que pensemos, el Proyecto de Ley del Senado 1841 ha sido aprobado. Se informó que en 2023 se presentaron más de 2700 denuncias de abuso doméstico en el condado de Hidalgo, que es un condado fronterizo con una población dominada por mexicanos/hispanos de 870,367. Nos guste o no, 2700 informes de violencia doméstica no son muchas denuncias de abuso doméstico si se tiene en cuenta el tamaño de la población. Sabiendo esto, la pregunta que debe hacerse es ¿quién o cuál es el factor motivador detrás de la expansión de las leyes actuales de violencia doméstica que ya están en los libros? Aún más que eso, ¿quién se beneficia?
Ha sido un entendimiento de larga data que, a diferencia de los hombres en Estados Unidos, culturalmente, los hombres mexicanos no aceptan mierda de sus mujeres y dudarán en reforzar su papel de dominio en sus hogares y relaciones íntimas. ¿Cuántas personas, específicamente mujeres dentro del condado de Hidalgo, realmente presentarán una denuncia de abuso emocional ante las agencias policiales locales? ¿Quién sabe? Pero lo único que sí sabemos es que a medida que esta ley se aplique con el tiempo, habrá un retroceso cultural irreversible con respecto a las relaciones entre hombres y mujeres mexicanos/hispanos. Y es más que probable que este intercambio de dinámicas de poder tenga un impacto adverso en las futuras generaciones de relaciones mexicano-hispanas del futuro.
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